Mundo vegetal: conocer, experimentar y crear es una visita taller pensada para que el alumnado del segundo y tercer ciclo de Primaria conozca las posibilidades que ofrece la naturaleza para sustentar la vida del ser humano. A través de una visita por el Parque Arqueológico y un taller de dibujo, se da a conocer el uso de las especies vegetales por parte de las primeras poblaciones de la isla a la vez que se pone de manifiesto la urgente necesidad que existe de preservar este entorno natural en la actualidad.

La actividad consta de dos partes que se realizan de forma simultánea: la visita al Parque Arqueológico y la experimentación en el laboratorio. Para ello, se divide a la clase en dos grupos y se alternan las actividades para luego volver a unirse al final en un único grupo.

En el entorno, conocen las viviendas de la población indígena: cómo labraban la toba y utilizaban la piedra, la madera y diferentes pigmentos para decorarlas. Además, también conocen cuáles eran las bases de su alimentación, tanto de tipo vegetal como animal: trigo, cebada, arvejas, carnes, pescados...

En el laboratorio de arqueología, se les invita a participar en una actividad demostrativa de flotación y recuperación de semillas de trigo y cebada, dos de las especies vegetales más representativas encontradas en los poblados indígenas de la isla. Además, visualizan restos de carbones de madera de pino canario, un material que, junto con el drago, se utilizó profusamente durante el pasado. Finalmente, reunidos de nuevo en un solo grupo, se propone al alumnado realizar una actividad creativa que consiste en idear y dibujar sobre un soporte de chapa los recursos vegetales descubiertos durante la visita y el laboratorio: ramitas de trigo, drago, palmera, pino...

De esta forma, se pretende que el alumnado conozca cómo se interrelacionan los elementos naturales, sociales y culturales dentro del entorno canario. Por otra parte, que disponga de una aproximación a los hechos históricos más importantes de la sociedad indígena; además de propiciar un acercamiento a la historia a través de la ciencia y potenciar una actitud de respeto hacia el patrimonio natural y cultural. Por último, la actividad supone también una oportunidad para poner en práctica las posibilidades artísticas y expresivas del alumnado a través de la utilización de elementos como el punto, la línea, el plano y el color.